Tú, buscándote. Entre semillas orgánicas, entre mimbres insólitos, lejos del cultivo insolado, entre amarillos reptiles, tritones o piedras sumamente empapadas. Buscándote, siempre. Entre camiones de basuras, nocturnas estelas tiradas a los contenedores, tú, buscándote. Reptiles te asediaban, mentiras, que tú mismo engendraste, de tu vientre carcomido: serpientes sin luces. Serpentinas de colores tus labios, confeti del pasado, sombras sin energía. En tu boca creciendo, como bocas del hambre, más sonoro y frugal. Labios que se estrellan contra el muro de las odiseas, contra las quimeras detenidas como huesos en los párpados, como aceitunas robustas. ©