Ven, no te vayas,
acércate a mi lado
para soñar.
Vayamos juntos,
volemos día a día
con nuestras alas.
Alas doradas
con versos intranquilos
que ellas desgranen.
Ven, con tus pasos
tranquilos y serenos
que tanto ansío.
Funde tu sombra
conmigo y con la mía,
en un suspiro.
Luego descansa.
Las hayas nos esperan
con sus relatos.
Y si te animas
juguemos, como niños,
siempre contentos.
Busquemos gnomos
con elfos escondidos
entre los bosques.
Y en los cuadernos
de nuestros corazones
pintemos todo eso.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/09/22