Antonio Leyva

No es que te extrañe a ti

No es que te extrañe a ti,

Extraño los buenos días

Al café de la mañana

Y a esa habitación vacía.

 

No es que te extrañe a ti,

Extraño tus dulces palmas,

Arropándome las manos,

Arropándome hasta el alma.

 

No es que te extrañe a ti,

Extraño la expectativa,

Del portal hasta que sales,

De tu aroma con la mía.

 

No es que te extrañe a ti,

Me extraño a mí estando contigo,

Con la luna de testigo,

Y aquel brillo que perdí.