UNA LUZ DE ESPERANZA
En los momentos más crueles
de una pandemia impertérrita,
surge una luz de esperanza
que modera nuestras ansias
que desean encontrar pronto
la solución a sus muchos
y postergados temores,
que desean el regreso
de los tiempos de bonanza,
cuando todo era sencillo
sin protocolos ni barbijos,
pudiéndonos abrazar
y besarnos sin tapujos.
Es la bendita vacuna
que parece haber llegado
a nuestro mundo confuso,
que esperó tanto el momento
y que al fin parece nuestro,
aunque aun resta esperar
los resultados finales
de una rápida y completa
inoculación masiva
que nos devuelva la calma
después de tanto desquicio
que nos causó el aislamiento,
la soledad y el hastío
de vernos solos en casa
sin una sola respuesta
a nuestras preguntas vanas
que suplicaban la pronta
solución a esas endechas
que abrumaban nuestra vida.
Hoy nos vemos con ternura,
con cariño y con afecto,
esperanzados y llenos
de mejores pensamientos
que protejan nuestras almas
y nos llenen de caricias,
de contagiosos momentos
ya no de “Corona Virus”
sino de buenos recuerdos
y nos permitan soñar
con un mundo mas ameno.
San Isidro, 27/12/2020