Guardián De Ángeles

AÚN RECUERDO -OH MARIPOSA DE MIS SUEÑOS-

Aún recuerdo –oh mariposa de mis sueños-
las veces que los soportes frágiles
de tu cuerpo -aún volátil- se han posado
sobre las cumbres más altas
de todo el paisaje en que habito
hoy pienso en ti –mariposa de mis abriles-
y en las veces que con tus poses estremecías
el herbaje de las llanuras de mi edén

más vivo felizmente en un jacalito
y llueven inmensas gotas con tu nombre
regando en lo cálido y fértil del suelo
aquí estoy pensándote y en este trato eminentemente inusitado
con el reflejo de tu consistencia
enciendo mi hoguera
y atizo con deseos tu forma de fémina
a las llamas que danzantes dan vida
a las humeantes emanaciones de mi chimenea

y las extensiones de las ramas en la floresta
que me circundan entre las montañas
tocan tu cuerpo asombrosamente frágil –exaltando tus entrañas-
y el fuego de mi hoguera te llama
y te acercas lentamente –oh mariposa divina-
hasta la proximidad de mis exhalaciones
absorbiendo la furia
que vehemente hierve en mi entresijo
cuando mis labios rozan tus alas

y en el vapor que ha inundado mi cabaña
el éxtasis de tu ser –mariposa hermosa-
te llena de arrojo por ver más alboradas
e inhumar de una vez por todas
las noches que te aprisionaron desolada
y acurrucada en mi pecho nos envolvemos
del éter en lo delirante de nuestro encuentro
dentro de la atmósfera pasional –oh mariposa amada-
mi hálito emerge desde mis entrañas
proyectándose sobre tus alas y tu cuerpo
para rodearte con las flamas
que te sobresaltan y te elevan
hacia el disco ardiente que con embeleso
extasía los pastizales que desde fuera sonríen

desfalleciendo en el contacto de tu cuerpo
con la lubricidad de mis labios y mis manos
agitas las alas y levitas en torno a mí
y el vaho en incitación de mi respiración
y de tu conmoción nos moja
mientras nuestros pensamientos hacen el amor
en la seducción de nuestros sentidos
y es tu complacencia mayor en este instante que se eterniza
el demostrarme fervientemente que eres mía
-oh mariposa primaveral- y me entrego a ti
en el calor que con intensidad emerge desde mi hoguera
fuego que nos alcanza y toca nuestro exterior
y agita nuestro interior

en tus delirios –mariposa encantadora-
nublados tus sentidos no tienes ya más voluntad
que entregarte totalmente en nuestro idilio
desde el contacto de mis labios con tu cutícula sublimemente arrobada
y al mismo tiempo que libas mis transpiraciones
nos unificamos sin recatos en este nuestro momento
y así viene melodiosamente a mi memoria
las veces que como esta los frágiles soportes
de tu cuerpo alado se han posado
sobre los pináculos más elevados de mis montañas