La juventud, pasa,
se desvanece,
se queda en
los recuerdos.
Pero, sí en
el camino,
se ha encontrado
el amor verdadero,
éste, permanece.
El amor, no pasa,
no se desvanece,
el amor verdadero
se mantiene presente
en las relaciones
qué lo tienen.
Cuando no se tiene
hay que buscarlo,
el amor verdadero.
No se ha de
ser mezquino
en la búsqueda del amor
debe haber nobleza
y, no se ha de estar satisfecho
hasta que el amor
relaje el espíritu
y el alma.
El amor verdadero, prevalece
y cuando ha pasado,
la juventud,
lo que queda
es el amor.