La pena sibilina
en los castigos que ofrecemos
y en las caricias que damos
en la piel tatuada de los cuerpos
en ruinas, un enorme monumento,
a la alegría y a la abundancia,
muy bien nos merecemos…
el amor se lleva en un cielo
que guardamos en la bolsa,
las tripas con demencia, elevan
la parada al hastío,
el déficit incrementa mi fortuna
con una pasión fecunda, el amor es así…
en estos días.