Huérfano Calor
No quiero decidir entre el frío o el calor,
si el pecado es frío,
y el amor es calor,
¡oh, cielo lleno de nubes!,
porque no me dejas ver el cielo,
y como un eterno hielo,
dejas caer toda estalactita,
y diluyendo todo frío,
sólo me dejas un huérfano calor,
y una ufana verdad,
que es tan impoluta,
pero, es más cruel,
que ese huérfano calor…
Por Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG