Junto a la higuera
estaban los gorriones
entretenidos.
Tú los mirabas.
Vibrabas con sus saltos
y sus canciones.
¿Qué se dirían?,
pensabas en silencio
y te decías.
Nadie lo sabe,
pero animan sus charlas
y parloteos.
Idioma alado,
quizás en exclusiva
de estos gorriones.
Pero contienen
cadencias y sonidos
maravillosos.
Si fueras ave,
serías como ellos,
también pensabas.
¿Y por qué no,
por medio de los versos
y en el poema?
Crea tu imagen,
adórnala de plumas
y de colores.
Y sé gorrión,
jilguero, si prefieres,
o mariposa.
Tienes la suerte
que emana de tus sueños
a los poemas.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/09/22