Tocarte con las llemas
de los dedos.
Explorar tu húmedad
y tu silencio.
Sentir tu calor
y tus secretos.
Beberte mojando
tus senderos.
Y hacerlo por horas
y en sueños.
Pensar en nada,
ni en el tiempo.
Queriéndote desnuda
en el lecho.
Tan lejos de todo
y tan cerca del misterio.