Tan bella eres, mujer, tan atractiva,
que, no como aquel pobre coronel,
seguro que ya tienes quien te escriba
no solo bellas frases en papel,
también te habrán escrito, por fortuna, hermosos poemarios en la piel
en noches de pasión, claras de luna,
al par de la mejor luna de miel.
¡Qué suerte todo aquel que pueda amarte! La pena de estar fuera del plantel
tan solo es sana envidia por mi parte,
al menos, yo te escribo en un papel.
Es pena no tener ya quien te escriba,
como ese novelesco coronel,
ni a quién coño escribir en esta vida,
que eso es peor, ya el colmo de lo cruel.
© Xabier Abando, 14/09/2022