alicia perez hernandez

SIEMPRE ESTOY PENSANDO EN TI...

SIEMPRE ESTOY PENSANDO EN TI...

 

Piensa en mí en tus noches de insomnio

Piensa en la falta que nos hacemos.

Éramos la noche y el día.

La luz y la oscuridad.

El cielo y el infierno.

Nos complementábamos.

Hacíamos que ardiera la carne, el alma y espíritu,

Con fuego profano pecábamos.

Ardían mis labios cuando tus labios poseían los míos.

Me sofocaba con tu cuerpo encima del mío,

Pero tener tus ojos, viendo los míos, despertabas pasiones.

Me encendía y tus piernas rosando las mías,

Era dinamita y el volcán entraba en erupción

Y solo lo sofocaban tus besos.

Ahogaba en tu pecho mis gemidos

Vibrábamos en ese lecho, que guarda todos los recuerdos

De noches inclementes, porque nos dábamos, sin misericordia.

No teníamos compasión, éramos cerillos encendidos

Ardiendo como fogata al calor de la noche.

Ese fuego nos envolvía toda la noche, y las estrellas celosas

Se apagaban, para dejar ver los cuerpos desnudos con el resplandor

De la noche, atados como lazo de cuerda, sin soltarnos.

Vivimos todas esas noches, por más que quiero, no puedo olvidarte.

¡¡Piénsame!! ¡¡A mí me hace bien pensarte!!

Revivo esos momentos en mi cama cuando estoy sin dormir

Y la luz que entra por mi ventana refleja tu rostro entre sombras

Y me hago una con tu alma y comulgamos esos momentos

Que no dejamos morir, porque nos hicieron tan felices.

No te olvido tengo tú nombre tatuado en la piel y tus besos en las piernas.

Quisiera que en estas noches juntáramos los pensamientos.

Para poseernos y tenernos sintiéndonos y sabernos en medio de la noche.

¡¡Abrázame!!  Como si estuviera aquí y hazme tuya con el pensamiento

Juntemos la carne, el alma y espíritu en un solo cuerpo

Y así vivamos este amor, que nos ata al pensamiento y nos acerca.

Cuando tu cuerpo me desea, y el mío desea, tener tu cuerpo encima.

Dejemos que el instinto nos deje sentirnos llevados por el vuelo del viento.

Piénsame, átame, muérdeme, rasguña mi piel, muerde mi espalda y despierta

Y mira lo que hacemos cuando nos pensamos, dándonos el alma y la vida.

¡Piénsame! ¡¡Como te pienso yo, atados siendo un solo cuerpo!

 

Alicia Pérez Hernández... México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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