Enrique Orlando

ODA A UNA MUJER

Hay una mujer

no sé donde

ni en qué lugar

que no he visto

ni conozco.

Sólo sé que ella

está allí,

esperándome

tranquila, triste

 y sola.

la voy buscando,

entre todas.

 voy mirando,

entre la multitud.

Trato de encontrarla,

en cada esquina,

en cada verso o canción,

en cada rincón,

sin mucha prisa.

Y de repente,

un buen día,

la encontré

y la miré.

Y supe que era ella.

Mi bella

 musa soñada,

la de nobles sentimientos

y dueña de mi corazón,

la que entendería,

mis virtudes y defectos,

y quien sería

 compañera de mi vida,

y dueña de mis sueños.

Pero… hoy reiniciaré,

su búsqueda, nuevamente,

en un incansable andar,

pues no era ella.

¿Dónde la encontraré?

parece que nunca,

pues ella,

no existe.