Los libros han salido vestidos de emociones
buscando más lectores con muchas voluntades;
y muestran la portada de quince corazones
que alumbran los amores en todas las edades.
Y salen los primeros abiertos de por medio
con una triste historia de Juan y de Rebeca;
y muchos son los niños que sirven de remedio
a la costumbre infame de cada biblioteca.
Pues ellos son amantes de cuentos Orientales
de los que un día dijo sonriendo el buen Darío;
«El perro del cieguito», también los «estivales»
y hasta la «Margarita» de un pleno desafío.
Los libros empolvados salieron de sus casas
tan llenos de tristezas que dan sus ejemplares;
y de las bibliotecas se fueron a los mares
dispuestos y contentos, sus pechos hechos brasas.
Dux Den