Me está escribiendo el alma mía de ayer
Murió y no resucitó
No volverá jamás
Cuando las flores se secan en la mata viva del ayer
no vuelven ni aunque el sol las quiera alumbrar
Las olas son únicas
Esperan la eternidad para durar un segundo
Así como las cosas del mundo en una sonrisa humana
La tristeza duerme nuestro espíritu
Calla el cuerpo, besa el alma
Riámonos de lo imperfecto
supliquemos libertad, color, despedidas
baladas, morbo, caricias
y las mentiras que nos decimos
para no desfallecer en la desolación.
Poema perteneciente al libro \"Poemas que nunca vivieron\"