Con tanta locura criada de vida,
es la neblina apaciguante y arraigada.
Bañada de valor en dicha el pensar,
el crear real, el sentir.
Pues si del pensamiento sin razón,
existe y en sí se concibe,
hagamos dulce éxtasis por ser feliz,
como el fruto dulce de la uva dionisiaca.
¡Oh tal Providencia de nosotros creyentes!
Creo en un solo Yo.
Yo todopoderoso, creador del cielo y de la Tierra,
de todo lo visible y más aún lo Invisible.
Escribo pues en simple tecla y verso,
realidades de inmensurable comprensión.
Y en cuanto verso escriba cuan real más soy,
de existir estoy seguro, de ser seguiré siendo.