José Ángel Pineda

El Acto

Requiere de un silencio

especial de voces de paredes,

y de un vacío lleno de emociones

abiertas, extendidas, enormes

de la virgen selva, del bosque,

del río, lo tupido de ideas,

y el animal hermoso

que se alimenta

del cariño del gozo,

y me cuida en las noches

y aúlla.