¡Oh Cristo, Cristo!
que del vino hizo una alegoría
de amor en la eucaristía.
¡Viva su alegría!
Vayamos a su bodega mística,
la de su verdad,
esa donde se canta popular
su gran caridad.
Él nos invita a su lagar...
para que todos podamos catar
su bendición y su paz,
tras de la eucaristía participar.
¡Qué gran vino para gozar!
el que nos brinda
con su cáliz de amar,
tras su Divina Misericordia solicitar.