El blancor de espesa nieve,
la dulzura que presiento,
la fragancia de un clavel,
la belleza del ocaso,
la suavidad percibida
y esa lumbre tan ardiente;
riégame con tus encantos
si rebosan de pureza
y escondidos los tuvieras,
pues deseo descubrirlo
adentrando en tu interior.