Se fue desnudo el viento en tu cabello
el mar quedó mojado en tu camisa.
La arena más cansada con tu prisa
y el sol encandilado en tu destello.
Ha muerto entre nosotros lo más bello
esa bronca de versos luego risa
yo un arrullo sin gato, tu leonisa
tu los puños que aprietan, yo resuello.
Quedó tu fuego ardiendo en mi ceniza
y vas con mi desierto en tu camello.
Yo se que cambias esto por aquello
que aún tu catedral no se abre a misa
sin filo pasa tu odio por mi cuello
y asecha la gárgola en la cornisa.