Joseph O.M.R.

UN GRITO DE SILENCIO

Intento gritar, pero las palabras se escapan;
¿dónde está la chispa?, ¿dónde está mi voz?
No puedo perder lo que nunca he tenido.

Mas yo he de aceptar mi labor;
no soy un ave con la capacidad de volar
pero garras no me faltan para mostrar.

Si mi rugido a la luna no puede llegar,
tomaré mi pluma y teñiré páginas
para los cielos poder conquistar.

En hora buena, el ave sin alas ha aprendido a volar;
quién necesita cantar, gritar o rugir
cuando solo preciso de un dedo y un poco de imaginación
para la luna y las estrellas, poder alcanzar.

Joseph O.M.R.