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A un amor lejano...

A un amor lejano…

a un amor idealizado en lo material…como de cristal…

anhelado desde la lozanía de la juventud…

pero así tan real en lo intangible,

tan amor en lo existente,

tan cercano al alma,

habitante del corazón,

dueño de nuestros acelerados respiros,

motivo de nuestros latidos urgidos,

fuente de los más estirados suspiros…

sublime cognición de lo soñado,

razón de esta neurosis incurable…

y de esta psicosis inaguantable.

 

Pasan los días,

va pasando el tiempo…ineludible,

incontenible se desborda…

insensible a veces,

se van consumiendo segundo a segundo los minutos….

y los minutos se tragan horas…

y las horas arrolladoras…van dilapidando los momentos,

van malgastando la vida.

 

Y el amor lejano enredado en sus instantes…

se diluye en pensamientos fugaces,

se enmaraña a sentimientos atroces…

aferrada a esa distancia inalcanzable…

que va intentando estrechar la pasión de este amor sobreviviente…

que, aunque inmutable…se va dejando consumir irremediablemente.

 

A un amor lejano…toca quererlo así,

sin rozarlo,

sin percibir su aroma,

tan solo imaginarlo y nada más,

toca extrañar sus caricias… sin el calor de sus manos…

toca suponer sus besos…sin la dulzura de sus labios…

toca mirarlo en la luna…y, alumbrarse con su brillo.

 

A un amor lejano es complejo enamorarlo…

pero aun así de complicado, es difícil olvidarlo.

 

A un amor lejano es difícil olvidarlo.