Querrán a la poesía más seria,
los serios que viven en páramos,
y trasladan sus cercos a los álamos
que flotan en las riberas
de los ríos. La querrán más austera,
los ineptos que no saben reír, la pretenderán
asediada entre empalizadas y fosos de agua
negra. Tú, más abierto y expansivo, no alteres
nunca tu conducta: conciso en lo serio, a risotada
en lo bello, complejo, cuando la brisa
amontona en tu puerta, hojas y espliegos.
Pero ante todo, no admitas el silencio
(que éste sea sólo, refugio de arañas y eremitas)-.
©