Ni uno hay, aún en la Tierra
que sea justo y no peque,
y aunque todo el mar se seque
siempre habrá quien quiera guerra...
Y Dios hizo recto al Hombre,
mas se inclinó a perversiones,
endiosando sus razones
para conseguir renombre.
Más se valora el pesar
lo dice el predicador,
que una risa aparentar
para esconder el dolor.
Provechosa es toda ciencia
para los que ven el Sol,
otorgada por la herencia
que se fundió en el crisol.
¿Aquellos tiempos pasados
acaso fueron mejores?
Se preguntan los doctores
y también los iletrados.
Veo que el final se acerca
para grandes y pequeños,
para esclavos, para dueños
y para toda alma terca.
No soy, leo a los profetas
que en visiones celestiales
vieron escenas finales
mostrarse como maquetas.
La madre sigue gimiendo
por sus dolores de parto,
y aquí yo sólo comparto
lo que sigue sucediendo.
W.M®