Tengo un peso desgraciado, que atormenta mi alma y me avergüenza. Todo tiene un principio. Mal pensado. Las consecuencias no siempre queremos escucharlas. Aquí dentro. Pero el tiempo pasa, la alegría nos levanta, pero hasta un día. Puede ser una partida, o el descubrimiento de alguien que estamos perdidos. En este caso es un partido en el que el regreso siempre será muy difícil. Porque la vida nos traza estos destinos que se cruzan y se alejan. Antes eran paralelos, como la línea del tren. Se llega a un destino y cada uno sale sin problemas de conciencia. ¿Si me arrepiento? Tal vez no. En este caso incluso hubo mucha ayuda de ambos lados. Pero la ecuación de la vida, en estos casos casi tiene una solución, pero imperfecta. Tengo curiosidad por ver.