Del baúl guardado brotaron sentimientos inesperados, amor, para que más de ese sentir que nos alegra pero que también nos vuelve desdichados, amor, es tanto el que se siente en el alma, y que llego sin ser llamado.
Y como si de la nada me volví ciego y mudo, ciego de amor y sin palabras, con unas ganas de amar, con unas enormes y rotundas ganas de volar aunque me corten las alas, con ganas de solo abrazar al amor y tomarlo como prisionero justo hasta en el momento donde mi luz y mi vida, sean apagadas.
Quiero experiencias del amor y vivir en el, quiero que se acueste conmigo y que al despertar sea lo primero en ver, quiero tomar el desayune junto a él, quiero comer con él, el almuerzo y que de postre me regale besos, caricias, sin ningún interés.
Cuanto quisiera estar al cien, cuanto anhelo poder observar más allá de lo que ven mis ojos, cuanto tiempo pasó para el amor inesperado, y cuanto más amor debe crecer para saber que es sincero y único, que será eterno, incluso más que mi propia vida, cuantos segundos bastan para explotar de tanta dicha, de tanto amor, de tanta entrega, y cuanto se necesita para perder la vida.
Henry Ruiz
21 DE SEPTIEMBRE 2022
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