Black Lyon

Mendigando Amor (Crítica a la cultura de la inmediatez y al reciclaje emocional de personas) I.

Mendigando Amor (Crítica a la cultura de la inmediatez y al reciclaje emocional de personas) I.

Todo comenzó con un match

- Amor, ¿por qué no me contestas? (mensaje enviado a las 11:00 p.m., jueves 13 de abril)-.


Tal vez, está ocupada, puede ser. Yo sé que tiene sus actividades, no puedo demandar un tiempo que ni siquiera me corresponde puesto que no hemos formalizado nada, pero, a pesar de ello, siento que me tortura con ghosting. Mañana, primero Dios, le mandaré un mensaje temprano, a lo mejor me conteste en el día. ¡Sí! Mañana va a ser diferente, ya no le daré vueltas a esto, es necesario

- ¡Hola, corazón! ¡Muy buenos días! ¿Cómo estás el día de hoy? (mensaje enviado a las 9:00 a.m. y leído a las 9:18 a.m., viernes 14 de abril)-.

¿Qué pasó?, ahora sí leyó el mensaje, ¡es otro día!, y no me ha respondido. Puede ser que siga ocupada, sé que tiene muchas actividades. Esperaré hasta la tarde su respuesta, no quiero que se sienta asfixiada por tanto mensaje mío. Necesito aprender a esperar. Me cuesta mucho, porque esta persona de verdad me interesa, pero me da la impresión de que yo no le importo, sin embargo, debe ser mi necesidad por atención… ¿Necesidad por atención? Ahora que lo pienso de manera crítica: ¿qué tal si mi soledad me está impulsando a ser demasiado hostigoso con esta persona y, por esta razón, ella busca sus espacios? Creo que cambiaré de estrategia, ya no seré tan empalagoso en mis mensajes y los mandaré pautadamente, ya no serán tan constantes.

 

Sábado 15 de abril -10:00 p.m.-, mensaje recibido de Laura:

 

-Hola, Miguel; ¿cómo has estado? Discúlpame por estos días de ausencia, lo que pasa que he estado muy ocupada, tú sabes, tengo bastante trabajo. Sé que me comprendes, por eso amo estar contigo. A ver qué día platicamos, te mando muchos besitos-.

 

¿Qué? ¡De verdad me manda mensaje a esta hora? Me haré el enojado, el orgulloso; yo tengo dignidad… ¿Seguro?

 

 

No puedo creer que tenga insomnio solo por estar esperando un mensaje, algo malo hay en mí; estoy dependiendo mucho de un solo mensaje. Creo que no pido mucho, carajo; digo: ¿qué tan difícil es responder un mensaje? Yo creo que ella no tiene verdadero interés en mí. O sea, sí es verdad que tiene sus labores y que está ocupada, pero imagino que a sus amistades y familiares responde al instante. Cambiaré nuevamente mi estrategia… Ya no le voy a enviar los “buenos días”, ni las “buenas noches”. Solo quiero saber si le importo, le daré todo el espacio que necesite; el detalle será: ¿podré aguantar varios días sin mandarle un mensaje? Pero, a ver, Miguel. ¿No crees que estás mendigando cariño? Si ella no tiene el interés de hablar contigo, ¿por qué sencillamente ya no contestas nada y sigues con tu vida? ¿Tienes miedo a estar solo verdad? Yo solo digo que esto no me parece una relación muy “normal”.

 

Menuda mierda.

 

 

Algunas horas más tarde.

 

Mensaje recibido de Laura a las 10:30 p.m., jueves 20 de abril.

 

 

¿Realmente le vas a responder ese mensaje después de estos días de ausencia a pesar de que estuvo “en línea”?

 

 

¿Cómo es posible, Miguel? No te habla en varios días y, justo cuando ya estabas agarrando la fuerza para no hablarle, ella decide mandarte un mensaje y, para colmo nuestro, respondes al instante. ¿Nuestro? Ya estoy enloqueciendo… Menudos soliloquios me estoy aventando para justificar mi falta de comunicación con Laura. Pero, veamos, yo creo que dentro de todo tiene algo de interés, sino, ¿por qué me mandó este mensaje?

 

Ahora no puedo dejar de pensar en el sábado. Tengo varias emociones en mí. Por un lado tengo coraje debido a los días en que Laura me dejó en “visto” y no me contestó, y por otro lado estoy esperando el bendito sábado para escucharla, puede ser que ese día me explique la razón de sus ausencias. Espera ¿de verdad tiene que darte una explicación? Ella es autónoma, no es de tu propiedad.

 

Me estoy agotando de mis propias novelas; de pensar cosas que no son; de justificarla. Sí, es verdad, quiero una compañera, pero no de esta manera.

 

Ya han pasado varias semanas y no hemos podido vernos e, incluso peor, sus mensajes son alarmantemente esporádicos. Yo creo que otro hombre ya le “llenó el ojo”. Eso me da mucha tristeza. Creo que el problema soy yo, con atisbos, sino es que flagrantes, signos de codependencia. Y eso que es a distancia, por celular. ¿Por qué me afecta tanto su falta de interés? Quizás porque yo estoy dando todo mi cariño. Sé que cada persona tiene su capacidad de amar, y tal vez la forma de amar de Laura no es lo suficiente para mí. Tengo que ser objetivo: ella me dijo desde un principio –de la relación- que tenía poco tiempo, pero que también quería una relación. Creo que desde ahí algo no “cuadra”. O sea, ella estaba en busca de un noviazgo, pero al mismo tiempo quiere distancia, ergo, el hombre que la aceptara debería de tolerar estas cuestiones. Ya, pero ¿qué hay de mis intereses? Ahorita solo estoy pensando en el bienestar de ella y procuro forzar mis intereses para que encajen en la vida de Laura: todo por aferrarme a que ella sea mi pareja e imaginar un futuro con ella. Dios mío, ¡qué enfermo estoy! Fuera de bromas, creo que necesito ir a terapia.

 

Viernes 21 a las 4:00 p.m.