Sueter rosa

Profano

Mis risas agitan mis odios, intento callar los gritos de profundidades que aunque conocidas prefiero enterrar.

 

Cuántos no han sentido el calor de mi tacto, el insano sonido de mi risa, pero nadie conoce el dolor de mis lágrimas, la oscuridad de mis sueños, lo aterrador de mis noches mas oscuras, la forma en que me mato.

 

Camino descalzo con la ilusión de herir mis pies, desangrar en el trayecto y encontrar el perdón que siempre me he negado.

 

Es miserable aferrarse a los otoños, mis uñas encarnadas en la grieta del tiempo no me regresan allí.

 

Me arrastro a un tren sin retorno, huyendo de aquello que el viento sopló, pero me alcanzó.

 

Él no está muerto, sigue triste en el mismo lugar.