Emanaba calma de su mirada profunda
como agua refrescando la distancia
renovando la historia, conmoviendo el destino,
derritiendo los hielos que impiden los latidos
y hacinan el pensamiento, desprovisto de afecto
Todo se abandona ante ti,
mi cabeza, mi cuerpo,
mi alma y mi sentir,
renuncian a la agonía de la soledad,
que ha tajado el tiempo,
como imagen tronchada por la mitad,
reclinada, de rodillas, adorando el olvido
Deje que el firmamento roto derramara los rayos de la pena,
Trace las líneas de lo que sería el camino,
y escogí un lugar para establecerme,
escogí las palabras para explicarte mi vida.
Las ruinas de mi pasado se renovaron con tu dignidad,
mi orgullo natural fue humillado con tu humildad,
las sombras oscuras de la noche, fueron iluminadas por tu claridad
Tú, la brillante, la incondicional,
transformaste la caricia en bondad
el viejo libro en una vida por disfrutar.