Anoche no más soñé contigo.
Y no es curioso por lo demás.
Sueño contigo muy seguido.
Yo que te tanto te he amado
y he puesto mi vida a tus pies
hasta en mis sueños te tengo
y es un sueño bendito.
Tenerte dentro de mi es un gran alivio.
Tu amor es verbo y sustantivo
donde todo lo hace fluir
cual si fuese agua de río.
Que retorna a la mar
y que se adentra en su nido
formando el agua y la sal
luz intensa y tu gran cariño.
El mismo Dios me los dió
para quererlo y sentirlo.
Hoy soy lo mismo que un corazón
que vive de sus latidos
que no hacen más que cantar
con la alegría de solo vivirlos.
Amoche soñé contigo
cual si fuéramos pan
y vino.
Y amor
en racimos.
Yo creo que está muy cerca
mucho más de lo que adivino.
Y me alegro por ello.
Mucho más de lo que había jamás coincibido.