Estaba una pajarita
llorando desconsolada
parada sobre una rama
frente al sol, de mañanita.
¿Por qué te sientes solita…?
Preguntó el sol de mañana.
¿Por qué tu boca no canta
y tu voz siento marchita?
¡Oh, qué triste atardecer!
Ella arrastra sus congojas
y del árbol, muchas hojas,
comenzaron a caer…
«¡Si de males te despojas,
tendrás nuevo amanecer!»