Volviste a doler
y a dejarme esa sensación triste
de los días de invierno
que se hace intensa con la lluvia
y muere con el sol.
Volviste a entrar
por esas grietas que deja el pasado
para que nunca podamos olvidar
que al pasado...siempre se regresa.
Y de nuevo dueles
y de nuevo le pregunto a la noche
¿por qué el tiempo del amor es tan corto?
¿por qué no somos los mismos
después de un adiós?
Tal vez, porque quedamos partidos
y hay pedazos de nosotros
atrapados en cada ayer que vivimos
y en cada sueño que dejamos morir.
No se pueden revivir viejas historias
No se puede recoger
todo el dolor que nos dejaron
y echarlo al viento
con la esperanza que no volverá
porque regresará de todos modos
por ese mismo camino
lleno de cristales rotos
al que no quiero volver.
¿ Puede borrarse una herida
tan solo con cerrar los ojos?
sé que no...pero aún así lo intento cada día
y cierro mis ojos con fuerza
y veo solo lo que quiero ver
y siento solo lo que quiero sentir...
porque fui dejando
suspiros de mi alma
por todas partes
y porque fui recogiendo las cenizas
de todo el amor que di.
Volviste a doler
Quizás como el eco interminable
de una campanada triste
que anuncia un adiós definitivo
una ausencia
una falta de alguien
una vida que se fue
y que sigue repicando
de vez en cuando por mi alma.
Y dueles en esa lejanía de lo imposible
de lo incierto, de lo irreal.
Y dueles por mí, no por ti
dueles por el amor que sentí
por el tiempo que perdí
y por las ilusiones que anidaron
desde alguna estrella
hacia mi viejo corazón.
Ana María Indacochea Garreta
Seudónimo: Socorro Andrea