Lucy Quaglia
Campo y ciudad
A esta altura del camino
entre sombrillas de seda
y flores de manzanilla
se vé la ciudad perdida
con rascacielos muy altos
rodeada de casa bajas
y más allá la abundancia
del campo que nos consigue
el alimento en la casa.
Campo hermoso de mi patria
que traía entre las rutas
semillas que hacían trigo,
que hacían lino y avena,
que florecía en el aire
de lluvia de primavera
en el medio de la pampa
que añoro siempre de veras.
Ciudades con sus maldades,
sus egoísmos sin freno,
sus noches de macarena,
sus días de simpatía,
sus libros de biblioteca,
sus maestras en la escuela
enseñando a los muchachos
a aprender a estudiar más
para mejorar la vida
de la gente que rodea
la matemática loca
con la física que llega
a reconocer la obra
de la gente en el planeta.