Un estómago retorcido.
Lágrimas que brotan;
un corazón despechado que está
roto,
¡Tan roto!
Es el mismo corazón que podrido emane cierto olor a esperanza…
El rostro iluminado de alguien que miente, que no recuerda ninguna promesa.
Graznidos de aves que anuncian una dura pena.
Cientos de recuerdos que sin esfuerzo se proyectan en mi mente.
¡Un soneto triste!
un soneto triste que toca al compás de la muerte.
Delirios de un corazón que herido recuerda las caricias de alguien que apenas respira o que nunca existió.
Triste esperanza la de amar a un fantasma.