Me dice tu mirada: yo te quiero,
en tu cielo de estrellas coronada
tu cuerpo de verano iluminada
en lecho de pasiones donde muero.
No juegues con mis besos con esmero,
que quiero ser viajera en tu mirada
el sol cuando amanece es alborada,
quedándose en mi piel en este enero.
Quisiera lo real, lo complaciente
beber la gloria eterna sin clemencia
la gloria de tu boca contundente,
de este cuerpo tenaz e independiente
tu esencia, si no estás es mi sentencia.
si el deseo no admite tu simiente.