No imaginas cuan tristes han sido estos días
y es que, aunque el Sol haya salido
esparciendo su luz entre ahora escasas nubes,
la lluvia no ha cesado y se torna más amarga
conforme mueren los minutos del reloj.
Te vi otra vez, estabas con ella...
Me viste, lo se... y aunque disimulsate
no haberte percatado de que yo estaba allí,
fue mala tu actuación:
me viste, vi que me viste...yo te vi...
Miraste mi enojo, mis celos, mi decepción...
mi dolor en los ojos, en el alma, en el corazón...
Y así, fijando el rostro hacia el frente,
seguiste tu camino, supongo que para no
seguir incódodo con la situación...
Ella podría darse cuenta, ¿no?
de que sueles decirme te amo
cuando esa desconocida no está...