No quiero que sufras
Mi querida niña, no sufras más
Te he buscado por todas partes
Dame la mano, déjame llevarte
Deja que te quite el dolor de encima
el pesar de vivir, el pesar de morir
No hay lágrimas que puedan expresar tu soledad, no hay vidas que merezcan sufrir como tú
No hay seres queridos que te extrañen
No hay alguien preguntando por tí
La pena de verte aquí, sufriendo por vivir
¿Me darías el permiso de llevarte?
Abandonada quedaste, aferrada a un cadáver
Durmiente entre vida y muerte
indecisa entre quedarse o ir
Mis huesos se contraen al verte así
Ver a tu mundo tan distante
Me recuerda a la vez que partí
Cuando los cuervos me encontraron y el frío viento me despertó
Cuando sus suaves mantos me envolvieron pero sus lágrimas salieron
Cuando mi vida se quemó y yo como tú tomaba fuerzas del dolor
La compañía que nadie me dió
El temor a dejar tanto pendiente
El dolor de sufrir aún pudiendo luchar
El susurro del antes de agonizar
No quiero verte sufrir más
No así, por favor dame la mano
La duda te lleva a más dolor
No te arrepientas de lo que no tuviste control
Déjame intercambiar lugares
Ya mis lágrimas salen
Necesito entregarte lo que me entregaron a mí
Una nueva vida, aún si es sombría
Quiero que conozcas más
El suave toque de la muerte, el que sana las mordidas que da la vida
Dulce corazón intranquilo, necesito darte más tiempo
Tienes que conocer lo que es sentir paz
Así como a mí me enseñaron...
El equilibrio jamás será alterado
No estaré ahí para tí, pero podrás tú estar para los demás
Es lo único que te puedo dar
Es lo que te quiero entregar
El medio entre vivir y morir, pero sin sufrir
Encuentra la verdadera paz, esa es tu misión
Querido ser...
Suo.