La casa es inmensa,
La noche es estrecha y aun así no logro encontrarte.
Entre las sábanas color de tu aroma,
Entre nubes color de ceniza,
El café del suelo llama a la mañana y te evoca.
Te escondes tras mis pupilas,
Entre el mañana y el ahora,
Entre un confrontamiento y una declaración de paz.
Te conocí en Saramago tras una claraboya,
¿Te encontraré mañana tras un cobijo de sueños?
O te veré tras un adiós prematuro.
Te extraño porque te pienso…
Y pienso porque te extraño.