Detrás de su mirada soñadora
que expresa su fingida indiferencia;
se encuentra gran volcán, en cuya esencia
habita la lujuria hechizadora.
Su estampa tan sensual y tentadora
posee del deseo incandescencia;
y emite al caminar la efervescencia
de fuerte tempestad arrolladora.
Su mórbida figura es la silueta
de un ángel que arrojaron desde el cielo;
por ser de la pasión febril profeta
que invita a levantar el dulce vuelo
en alas del placer, que es sacra meta
que ofrece a los mortales gran consuelo.
Autor: Aníbal Rodríguez.