Freddy Kalvo

Desventuras

¡Pero oiga usted, señor cura!

lo que le voy a contar

un infarto le va a dar

lo que la gente murmura

¡No se me vaya a enojar!

 

Hoy no preciso callar

porque nadie está creyendo

que la salvación va hallar

con el sermón que está oyendo

si es otro, su caminar.

 

Si ante el pueblo es ejemplar

vale más que mucho hablar.

Así dice mucha gente

cuando usted habla de frente

al subir hasta el altar.

 

No crea que esto es locura

tampoco es por molestar

porque si esto es por cultura

hay que ser muy cara dura

si esto no quiere escuchar.

 

Se decantan por los pobres

con sermones, con sus cultos

y sin ofrenda en los sobres,

vomitando van insultos

con palabras tan salobres.

 

Tantos baños de pureza

y larga viga en los ojos,

si la paja, está en remojos,

quite pronto la impureza,

liberando los rastrojos.

 

Nadie diga que es cristiano

hablando mal de su hermano.

Sea como los trigales,

dando frutos a raudales

y tienda siempre su mano.

 

Nadie es salvo en esta vida

ni hay vida después de muerto,

con la gente confundida

rey será aunque sea tuerto,

con palabra tan florida.

 

La palabra del jerarca

no es para el pueblo sufrido

si del pueblo se desmarca.

Y no extraña, es conocido,

piensa como un oligarca.

 

Al pastor le pasa igual

con sus tantas letanías

padeciendo el mismo mal

¿Creen que son el Mesías,

teniendo doble moral?