Rebeca Morales Fernández (ACAPPELLA)

TE ESPERO

Te espero,

así, como un juego al azahar,

donde la probabilidad de perder,

de perderte, de perderme,

es casi completa.

 

Te espero,

como casi un sueño incoherente

donde te ves en un lugar al que nunca has ido,

y despiertas confundido

entendiendo que es un sueño

malo o bueno, pero sueño al fin.

Y lamentas despertarte,

y vas por un café

y te despachan realidad.

 

Te espero,

porque así te lo ofrecí,

porque al esperarte eres tú quién me trae de regreso.

Te espero porque sí, porque no y porque tal vez,

porque todo vale en esta espera,

y me vale nada sin ti.

 

Te espero, en días poco tolerables

y en noches que duran veinticuatro horas.

Te espero en los meses que pasan,

en los días que faltan,

en una ventana y tirada en mi cama.

 

La razón y mi esperanza se van de parranda,

y me dejan pensando si van a volver.

De pronto, regresan un tanto borrachas

y me calman diciendo que espere otra vez.

Te espero;

aunque nos apaguen la luz

o nos pidan retirarnos porque todo ha cerrado.

Te espero;

aunque la vida continúe impiadosa.

 

Te espero detrás de mí sonrisa,

en medio del recuerdo,

por delante y sin rendirme.

Te espero.