Así cultivo cada día:
En el vivero de mi mente
donde no hay claridad
más fulgurante
que la misma luna,
donde no transcurre el tiempo
pues eternos los seres son;
donde no hay color más cálido
que el que desprende
mi amor por ti.
Donde son tus ojos
los que hacen sentirme
en una plácida noche,
donde no hay melodía
más tierna
que tu dulce voz.
Donde el telón se abre
para dar paso
a los protagonistas
de una historia mágica
que somos
tú y yo…
Y te sueño
en cercanía absoluta
sin brecha alguna
que separe
tu silueta hermosa
de mi rutinario existir
Y así voy…
cultivando los días
con cada minuto
que marca el reloj,
me basta imaginar
que de tu mano
sembrando voy.