Romey

Poética providencia

Atorado contra la barrera final descansaba

esperando la brisa de calma que me yevara

Con el corazón contraido en una mano

sobrevivía a los días largos solitario

conversando para las sombras neuróticas

poemas que hubiese lanzado a la fosa...

Pero las hadas soltaron mis ataduras

una noche de esas que encanta la Luna

Volé bajo la luz de su reflejo inverso

todo el invierno sintiéndolo en mí preso

Fue sorpresa salvar la caida consecutiva

satisfecho por lo bien hecho en mi vida

Merecí aquel hermético candado que caló

entre los despojos de un viejo reloj

cuyos chasquidos acechaban constantes

anhelando momentos que poder robarme...

Entonces decidí besar cada espina

hasta alcanzar la magna rosa encima

y trepé tan arriba que mal me temía

pero las hadas pulverizaron mis cadenas

cuando ciertamente parecía que caería a tierra