¡Nubes grises! no se lleven
las lágrimas que bautizan
a las almas, ¡cicatrizan
heridas que las conmueven!
Manantiales, ¡vengan! ¡nieven!
pues las mentes hipnotizan,
y en las tardes magnetizan
polos neutros que se mueven.
Llueve ¡al fin! Y suspirando
va mi nostalgia creciendo,
siento que se está escapando...
El amor, y no comprendo...
Mas, yo lo sigo esperando
viendo la lluvia cayendo.