Es como si fuera el día exacto.
Un día antes yo ya me sentía contento, prepare mi mejor muda para la noche siguiente de sábado.
Esa mañana ya me había despertado enamorado. Ya escribía yo poemas en mi mente y garabateaba besos y versos. Ya me había despertado enamorado.
Me encontró vestido de inocente, sin ninguno de los versos que había estado pensando por la mañana...
Vestida como para coincidencia, mejor dicho para enamorada.
Yo ya le escribía poemas sin conocerle. Yo ya escribía los versos que hoy me ayudarían a olvidarle.
Es como si yo ya sabría cuáles serían las palabras que diría al dejarme.
Y cuáles serían obviamente para enamorarme.
Un día antes, yo ya me había levantado enamorado, le escribí poemas y le garabateaba besos a una persona en sueños. Al día siguiente se materializó y fue carne, una sonrisa y una piel blanca como la luna. Ya sabía yo que habría sido ella la que me anduvo persiguiendo en sueños. Y la amo, y la extraño.
Ya me habría yo enamorado desde mi nacimiento. Nací atado con cuerda de seda echa de sus pelos, castaño claro. Desde antes de conocerle. Desde antes. Yo ya me estaba preparando para olvidarle.