Más raudo aún que los cohetes
Que el cielo límpido profanan
En su terco empeño de llegar
A escudriñar otros planetas
Es la oración que el corazón confiado
clama al que habita en las alturas
Más hermosa es la flor y una vela encendida
En el altar de la choza campesina
donde diario se agradece y honra la vida
Más que las adornos de oro y pedrería
Exhibidas como burlas en las coronas y las mitras
De algún denominado pastor y jefe de la iglesia
Más avanzada es la ciencia
Que la natura muestra gratis en abundancia
Más secretos guarda en sus formas y colores
Que la costosa y destructiva que nos hunde
Despilfarrada en frivolidades y avaricia
Más comunión y aventura hay en la montaña
Cuando humildes nos encomendamos a sus guardianes
Que en mecánicos juegos e inseguras construcciones
Cuyo funcionamiento con el tiempo ceden y se dañan
Más energía hay en la fe renovada cada día
Que nos levanta y nos mueve optimista
A pesar del mundo y nuestros defectos
Cuando caídos en el foso con los espectros
Agotados y frustrados no hallamos la salida
Pero aún así invocamos al divino su socorro
Conscientes de nada es más claro y poderoso
Como su luz que todo lo inunda e ilumina
Es tan maravillosa la fuerza con que porfía
El alma desahuciada por el mundo egoísta
Cuando al perdón y al amor le da cabida