La realidad es el mundo atraves de los labios que hablan, lo extraordinario de una mente pura sin malas intenciones, naufragando en los besos del presente que viven sin el cuestionamiento de sus acciones; besos dados desde el alma con sabor a honestidad y fuerte deseo de un amor sincero, vestido de color rosa. Marchando al compas de sentimientos expuestos sin vergüenza, ni esperar nada a cambio, dejando fluir lo que ocurre en ese instante, gozando una experiencia indudablemente maravillosa, sin reclamos ni resentimiento de su final, agradeciendo el tiempo dedicado y guardando las ocasiones, prontamente convertidas en recuerdos con candado en el corazón. La realidad es saber vivir sin que gane el miedo a las consecuencias después del acto, la realidad es la satisfacción de hacer lo que nos gusta, es leer un libro y amarlo al final, es caminar por el parque y sentirte aliviado, es enamorarte y entregarlo todo, aunque no recibas nada, es tu platillo favorito, una bebida acompañada de la persona que te gusta, que quieres o sencillamente es importante para ti, es una canción, una buena noticia o un mal día que te hace sentir que nada te sale bien, sin embargo sigues porque una circunstancia la tiene cualquiera. La realidad es vivir a pesar de lo que nos espere mañana, pero con el optimismo de que será mejor que hoy, y de no serlo no importa, porque sabes que tienes muchos amaneceres para vivir y disfrutar, porque de lo malo también se aprende.