Tus besos son los culpables de mis versos, ven a jugar conmigo, saltemos sobre esos charcos que son testigos de la lluvia que cayó y que el viento se la llevó, como el otoño se lleva los colores, como el pasado sé llevó la inocencia y nos dejó penas , enseñanzas y algún que otro dolor.
Solamente queda en mi veneno y sed, me has envenenado con tus labios y solo quiero seguir bebiendo en ellos, que cada vez que me besas mis ojos pueden ver el cielo.
Si quieres ser más espiritual deberás aprender a perdonar yo no he podido hacerlo,quizás es lo más difícil de conseguir, pues para perdonar de verdad, tendrás que olvidar tú alma herida.
No, no solo se trata de tener el alma blanca, hace falta tener toneladas de bondad y yo solo pensaba en la amarga y fría venganza aunque después de hacerla realidad solo me quedó un vacío imposible de llenar .
Estoy frente a ti libre de pecados, ya pagué con mi condena lo que la vida nos impone,, pues el tiempo es el único juez que dicta la verdadera justicia.
No me importa tu pasado ni siquiera quiero saberlo,cada uno tiene sus demonios y yo ya conozco muy bien los míos te puedo asegurar que he estado en todos los infiernos habidos y por haber.
Por eso te digo que quiero una vez más saborear el veneno de tus labios, si esta noche muero al besarlos…moriré amando.
Pero antes de ello saltemos sobre los charcos gozando como dos críos enamorados.
Manuel Lorente
Seudónimo
Mael Lorens
Reservado el derecho
de autor Septiembre 202