Quisiera una loca noche
de pasión, que encienda inciensos,
Con ternuras y palabras
de cariños y con besos.
Y que digas que me quieres,
que me harás miles de versos,
Mas, tendrías que tatuarlos
en las páginas del tiempo,
en pétalos de una rosa,
o entre lunares discretos.
Y sentirte suspirar,
sin que afloren pensamientos,
cuando ardiente me recorras
como el pincel de maestro,
(en la pintura de un cuadro)
¡y así me pintes el cuerpo!
Pintarás a mis mejillas
con los colores directos
de aquellas extrañas flores,
que nos llenan los recuerdos.
Lo harás todo sin descanso,
cual Sinfónica en concierto.
Cuando pronuncie tu nombre,
ocurrirá nuestro encuentro,
en un orgasmo en fusión,
y quedarás en mis senos.
Abrasados y abrazados,
mi pecho sobre tu pecho.
Caricias de llanto y miel,
de susurros, de te quiero,
de andares arrepentidos,
en un caminar sereno.
Una noche, solo pido
antes que llegue el destierro.
Y la cruel encrucijada
de un amor hecho de cuento,
Como barco a la deriva,
en medio de un mar secreto.
Ámame con Luna llena
y ten el adiós dispuesto,
para cuando asome el día,
ya renuncies a mis sueños,
Y yo voy a despertarme,
voy a marcharme tan lejos,
adonde no pueda ver,
ni el azul de nuestro cielo,
porque me recuerda a ti
trayéndome tu reflejo.
Ven, regálame esta noche,
de lujuria y de exceso,
ven a soñar junto a mí,
escapemos del infierno,
del que vivimos tú y yo,
al querernos, sin tenernos.