César Ortega.

La senda.

Conozco perfectamente este camino.

El camino hacia el amor de antaño,

El camino hacia el dolor sensato.

El camino hacia la soledad.

 

Reposo en el hotel de la desolación.

Conozco a la perfección este camino

En este desierto he recibido el llamado como el bautista.

En este sendero que se bifurca he elegido el dolor y el desapego.

 

Está es la senda de mi vida, la senda del desierto.

Conozco este otro camino.

El del fértil corazón que sangra por qué siente.

El del insensato deseo de tenerte.

 

Ese otro camino que tiene su fúnebre alfombra de apego.

Es decir, conozco a la perfección este camino bifurcado.

Tanto he estado en el que hoy, después de caer.

Me sacudo y ando, solo en el desierto.

El desierto de la razón, en el que hoy vago.